Dolores Leis

"No importa cuán lentamente avances mientras no te detengas"

DESPERTARES

Olvidadas quedaron las hojas secas que alfombraban las aceras.

El jardín, cuajado de rocío, ilumina el perezoso despertar de unas flores cuyos colores se niegan a vestir.

Ningún pájaro canta, ni surca el cielo en pos de cálidos paisajes; entre las congeladas ramas buscan un rayo de calor que los cobije.

Se desperezan glaciales madrugadas, mientras mayo, que fabulamos otoñal en los cuadernos, da sus primeros pasos en el calendario.

Dolores Leis Parra

OKUPAS

Imagen: habitación en alquiler (internet)

No sabe cuándo su casa se convirtió en motel.

Todo empezó con el mensaje de un conocido que le pedía alojar a su primo que viajaba a conocer el país. Olvidaron decirle que esa visita no llevaba boleto de vuelta.

El susodicho invitó a un amigo al que habían echado de su apartamento, sólo serían unos días, hasta que encontrara alojamiento, total, la habitación tenía dos camas y apenas la usaría más que para dormir.

La novia del amigo empezó a venir de manera frecuente, nunca se topaban, pero sus braguitas en el tendedero indicaban que se iba posicionando poco a poco. Tras descubrir manchas sospechosas en su cama, decidió mudarse al cuarto que había junto a la cocina, allí, teniendo en cuenta sus dimensiones, no invadirían su espacio. Dos días después se cruzaba con ella a diario camino de la ducha.

Con una cama libre en la habitación del primo y no acostumbrándose a la soledad tras el abandono del amigo, adoptó un perro y dos gatos callejeros que compartían colchón y plato con una jovencita de rastas que decía ser su dueña. Los ruidos nocturnos indicaban no sólo lo era de los animales.

Imagen: Tala

Religiosamente, una vez al mes, encontraba un sobre con dinero debajo del microondas, nunca una cantidad fija, pero siempre la suficiente para cubrir los gastos.

Cuando enfermó, el primo le traía en la tarde pan reciente con mantequilla y la joven de rastas le preparaba el café en la mañana antes de abandonar el piso con destino quién sabe dónde, situación que aprovechaban los animales para acurrucarse junto a ella y hacerle compañía en las largas horas en que la casa se empapaba de silencio. A mediodía el amigo se escapaba del restaurante en el que trabajaba y dejaba sobre el velador un plato del menú que, en complicidad con el cocinero, sacaba a escondidas del local.

Era agradable saberse cuidada. Tanto que denostara cuando la casa se fue poblando de inquilinos y ahora no la concebía sin ellos, el día que se fueran de su lado, de seguro, las paredes se desmoronarían.

Apenas unos minutos que llenaron cientos de ellos en los noticieros.

7,8 en la escala de Richter.

Dolores Leis Parra

TE DESORDENAS

Imagen del artista Ariel Guerrero (Santiago de Chile, 1983)

Entre lunas de sangre,
temblores de media intensidad
devuelve la ventana un paisaje gris
de lluvia trasnochada.
Desordenas la habitación
para encontrar el orden,
difícil desterrar el caos
en la cuadrícula que gira
alrededor de la tormenta.
Despliega la naturaleza su furia,
estalla en guerra fratricida,
engulle la última neurona de bondad
que se oculta tras el violáceo marco
de tus ojeras.
Desordenas la habitación
en meditado orden que confunda
al caos agazapado en los umbrales.
No mientes,
de sobra sabes que espera
la caída de la noche
para saltar al lecho y devorarte.

Dolores Leis Parra

QUÉ QUEDARÁ

Imagen: archivo de internet

Si escribo los versos
más bellos esta noche,
¿qué quedará para mañana?
La palabra amor relegada,
junto a los recuerdos inservibles,
en el sótano de la memoria.
No habrá brindis ni cigarro
ni te quiero susurrado
rozándose en un beso.
Dos cuerpos copulando en el vacío,
transitoria indiferencia
del momentáneo placer compartido.
¿Qué quedará para mañana
si escribo los versos
más bellos está noche?
Tan sólo la hoja en blanco
abrazando la nada del poeta,
unos pasos que se pierden
en la bruma del siglo.

Dolores Leis Parra

EN RIVAS CON JOSÉ LUIS MORANTE. ABRIL 2014

En Rivas con José Luis Morante, abril, 2014
Fotografía de Dolores Leis

Hilo de Oro (Antología poética 1974-2011), preparada para Letras Hispánicas (Cátedra), la obra engloba casi cuarenta años de trabajo poético de Eloy Sánchez Rosillo. La llegada del volumen a las librerías es motivo para esta conversación con José Luis Morante, algo que siempre es un placer. Se respira la satisfacción del poeta y crítico abulense ante la obra bien hecha.

Así abre José Luis Morante (poeta y crítico literario) su blog Puentes de papel un día como hoy de hace diez años. Una entrevista que tuvo lugar el año 2014, en su domicilio de Rivas Vaciamadrid, barrio que nos daba cobijo a los dos en ese tiempo. Libreta, bolígrafo y el teléfono móvil para plasmar en palabras e imágenes uno de nuestros primeros encuentros lejos de la formalidad de los actos literarios.

Facebook me trae este recuerdo y no he querido dejarlo pasar. Lo sumo con mucho orgullo a las páginas de mi blog, puesto que no siempre se tiene la suerte de que, grandes poetas, te abran las puertas de su hogar.

D.L: Y para finalizar, ¿el día que se realice una edición crítica sobre la obra de José Luis Morante qué clase de persona encontraremos detrás del poeta?

J.L.M.: Un lector, un escritor que duda, un profesor de instituto, un solitario, un paseante contradictorio, un sujeto agradecido que valora amistades como la tuya, tan entrañable y valiosa …
Dentro de mí resuenan las pisadas de mucha gente. Convivo con una multitud.

Tras este aperitivo, o quizá sería más exacto decir el postre, pues fue la pregunta con la que despedimos dicha entrevista, os invito a leerla completa en el blog Puentes de papel de José Luis Morante, cuyo enlace os dejo a continuación:

https://puentesdepapel56.blogspot.com/2014/05/una-conversacion-con-dolores-leis.html

PACTO ENTRE CABALLEROS

Tarot del Círculo Sagrado (El Diablo)

Cuando haces una presentación literaria

pactas con dios y con el diablo,

aunque sepas que el diablo no lee

y dios no escucha a los justos.

Bienaventurados los que escriben,

con buenos amigos

comerán de la generosidad del lector.

Dolores Leis Parra

ESCRITORES Y LECTORES ¿QUÉ FUE PRIMERO?

A lo largo de los años muchas personas se han acercado a mí movidos por la curiosidad al saber que soy escritora; la mayoría aprovechan para decir que ellos también escriben. Cuando era adolescente escribir era una lacra, te miraban como a un bicho raro, ahora es una «profesión›› que está de moda, todo el mundo escribe, ya sea con vistas a publicar y hacerse famoso o de puertas para adentro, lo que no les impide presumir de ello.

Bajé a media mañana a fumar un cigarrillo, abandonando por cinco minutos mi trabajo de recepcionista en la clínica, no había consumido ni la mitad cuando el portero del edificio se acercó a confirmar si era cierto que era escritora, asentí extrañada, una cosa es que mis compañeros lo supieran, y no por mí he de agregar, y otra que se hubiera corrido por toda la finca. Aprovechó el caballero para contarme lo que mi interior ya intuía, que él también escribía, eso sí, sólo cuando le llegaba la inspiración y que pensaba utilizar dicha inspiración en escribir su biografía. Le alenté, ¿qué otra cosa podía hacer?, aunque el pastel de la literatura es muy chico siempre he pensado que se puede sacar otra porción, compartir es vivir. La sorpresa llegó cuando al hablar de libros y lectores confesó sin ningún pudor que jamás había leído uno; la luz de alerta se encendió en mi cerebro, de todos es sabido que un escritor mama de los libros que consume y que la literatura se nutre de otros escritores que antes que nosotros han dejado su huella.

¿Se puede ser escritor sin haber leído jamás un libro? La pregunta quedó flotando en mi cabeza. Conozco a muchos escritores y todos son lectores voraces, yo misma, antes que plasmando en un cuaderno mis ideas me veo devorando cualquier libro que cayera en mis manos. Sin el paso previo por la lectura nunca habría sabido como dar vida a los personajes que pueblan mis novelas, mucho menos me habría atrevido a publicarlas. Pero no soy paradigma de nada, quizá sí se pueda escribir sin leer, más si acepto esa idea una nueva pregunta me viene a la mente, ¿es políticamente correcto denominarse escritor y presumir de no haber leído jamás un libro?

Quién sabe, tal vez el portero del edificio llegue a escribir sus memorias, tal vez las publique y quizá su historia se convierta en super ventas, tendré entonces que tragarme mis palabras y asumir mi error, puesto que, a título personal, me es inconcebible reconocer a un escritor que no sólo jamás leyó un libro, sino que, además, se vanagloria de ello.

Dolores Leis Parra

DESENFOCADA

Tengo la energía dispersa.

Mientras el gato se tumba en mis piernas miro al techo buscando el sueño que no llega.

Intento meditar, la lista del súper se mezcla con el detergente de la lavadora. Mejor elijo un mantra, su cadencia ayudará a relajarme.

Sin saber cómo salto a la música de Gepe, al darme cuenta regreso al centro y lo intento enfocándome en un punto de luz, parece laser en tarde de feria, me marea.

Regreso al mantra, esta vez voy a conseguirlo, estoy a punto cuando Mon Laferte y Jorge Drexler me piden una noche de asilo, se jodió el mantra.

Desisto.

Me entrego a la mente mono y sus caóticos pensamientos.

Mañana será otra noche.

Dolores Leis Parra

ASILO

Dame una noche de asilo en tu regazo
Esta noche, por ejemplo, dejemos al mundo afuera
Abre tus brazos, ciérralos conmigo dentro
Solo unas horas y luego cuando amanezca yo pondré una cafetera
Y abre llevado esta nube hacia otro cielo de nubes pasajeras
Si el sueño pierde pie, resbala, queda colgando de un hilo
Prefiero una noche entera en vela, a tener el alma en vilo

Dame una noche de asilo
Dame una noche de asilo

Dame un remanso
Yo te daré lo que tengo
Este amor que no me explico
Pasan los años, y sigue a espaldas del tiempo
Quiero que me hables del tiempo
Que te desnudes como si fuera algo corriente
Como si verte desnuda no me aturdiera tan sistemáticamente
Tu piel me sea desconocida, me deje siempre intranquilo
Prefiero lamer después mis heridas a que tu amor pierda filo

Dame una noche de asilo
Dame una noche de asilo
Dame una noche de asilo
Dame una noche de asilo
Dame una noche de asilo
Dame una noche de asilo
Dame una noche de asilo
Dame una noche de asilo

Compositor: Jorge Drexler

EL MAGO

En la semana vio la luz la revista El Arte de la Cultura correspondiente al mes de abril. He colaborado con ella en los últimos números. Me consta la buena acogida que ha tenido tanto mi aporte como el de los grandes compañeros que suman textos, entrevistas y poemas a sus páginas.

La revista se distribuye de manera gratuita, sólo tenéis que solicitarla en el correo: elartedelacultura879@gmail.com

Pedir disculpas por la demora en difundirla, este mes ando un poco liada y con escaso tiempo para mí y la literatura, por ello es de ley agradecer a todos los que seguís el blog, vuestra paciencia por la espera de una nueva entrada.

EL MAGO, en palabras de Gabriela Mayahana Tanner, editora de El Arte de la Cultura, es el Arcano que representa el comienzo, la lección. El mágico número I contiene en su interior el poder del todo, es nuestro punto de partida, donde todo surge. Es una energía que todo logra, con él todo es posible.

Os comparto mi poema, mi visión, mi sentir, sobre este Arcano que da inicio a «La Rueda del Año»

EL PRIMER PASO

Emprende el viaje

consciente del descontento,

inconformista en busca de su alma

confunde teoría y experiencia,

Rueda del Año

iniciando el camino.

La figura del Maestro,

el amigo, el amante

erigiéndose en el Cosmos,

buscando saber quién es,

dónde se encuentra,

desde que punto debe partir

para pasar a la acción.

Compañero en la sombra,

halo masculino que habita

el mundo de la magia

y en el contraste de lo opuesto

reconocer el ciclo vital,

evolucionar la energía primaria

hasta el conocimiento universal

que transforma el pensamiento en existencia.

El viaje continúa,

nada permanece inmóvil,

todo forma un todo

con el principio activo de la mente.

Os dejo el enlace para que podáis descargarla y disfrutar de la magia que contiene sus páginas.

REVISTA21-1[1].pdf

ROMANCERO

Guitarra española

En la noche sevillana

guitarras y palmas,

fantasía que adoran los turistas

ignorando que cada cante,

cada taconeo,

cada rasgado de cuerdas,

es el lamento de un niño

que sueña sopas de pan

con que engañar el hambre.

Dolores Leis Parra

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