Dolores Leis

"No importa cuán lentamente avances mientras no te detengas"

Archivar para el mes “julio, 2016”

Riqueza

Cuencos tibetanos creados por Ewaldt Schaa

Cuencos tibetanos creados por Ewaldt Schaa

No pedían demasiado: un techo, pan, queso y en las tardes, un vino tibio o una cerveza helada mientras escuchaban el ronroneo del mar.

Eso en cuanto a lo material, porque el resto formaba parte de su liviano equipaje: risas, bailes, abrazos, amor, y el don de sus manos, capaces de dar forma a la creatividad que la Divinidad les había regalado.

Dolores Leis Parra

Campanadas

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Desde el televisor, tu reflejo
cambia los canales.
¿Sabe lo que busca
o al igual que tú
persigue el final feliz del culebrón?
El traje blanco
«Puedes besar a la novia»
Ese avanzar por el camino del medio
que lleva a la sabiduría
y a la felicidad del amor correspondido.

Resuenan las campanas
de la iglesia cercana
y aunque su eco no tenga sabor a boda
la novia ya no tiene dudas.

Dolores Leis Parra

Revelación

Boda espiritual

Cada vez que le preguntaba: ¿Qué somos?, no sabía muy bien que responder. Eran pareja, amigos, amantes…
Tardó en entender la verdadera naturaleza de su relación, eran eso y mucho más. Él lo había manifestado en varías ocasiones; eran la comunión del cuerpo y el alma, dos personas simples que conforman un todo.
Feliz por la revelación quiso gritarlo al mundo:
Tú eres mi esposo -escribió- y Yo soy tu mujer. Siempre.

Dolores Leis Parra

Comieron perdices

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Erase una vez dos poetas que nunca dejaron de amarse. Desconocían el motivo de la ruptura, de pronto, un día, se miraron en la distancia de un armario vacío y una maleta llena.
Él, en las noches de farra y borrachera, llama a una amiga común para hablarle, entre sollozos, de un amor vivo.
Ella encontró consuelo en otros brazos pero se niega a cerrar los ojos para no confundir rostros y emociones.
Comieron perdices, más de aquel amor sólo quedan los poemas.

Dolores Leis Parra

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