Cristal
«Para Lupe que siempre me presta su ventana»
Invita el ventanal al recuerdo.
Tras el cristal la juventud de un alma envejecida cubierta por harapos de sentimientos, y besos de cerveza en tardes de amor y farra, en noches de llantos infantiles y madrugones de colegio.
Invita el ventanal a soñar despierto.
Tras el cristal un porvenir de café y refrescos, rellenar boletos que ayuden al azar y acelerar el tiempo. Las arrugas en el rostro, la flacidez del pecho que, vistiendo un alma adolescente, se empeña en encontrar la pasión encerrada en los besos.
Dolores Leis Parra