ROMANCERO
En la noche sevillana
guitarras y palmas,
fantasía que adoran los turistas
cada taconeo,
cada rasgado de cuerdas,
es el lamento de un niño
que sueña sopas de pan
con que engañar el hambre.
Dolores Leis Parra
En la noche sevillana
guitarras y palmas,
fantasía que adoran los turistas
cada taconeo,
cada rasgado de cuerdas,
es el lamento de un niño
que sueña sopas de pan
con que engañar el hambre.
Dolores Leis Parra