POSIBLES
No es la poesía un viaje solitario,
cuando crea
acompaña al poeta la nostalgia,
el desamor,
suave música de fondo
y el ronroneo de un gato
dormitando entre algodones.
Cuando se apagan las letras
le acompañan las dudas,
los posibles,
amigos y algún lector desconocido
que, si el diablo se hace el sordo,
dejará algunos billetes en la caja
para en la certeza del fracaso
regresar a la botella
y brindar con sus fantasmas.
Dolores Leis Parra